LA CENIZA Y EL VIENTO

(apólogos)

 

  

 

José Luis G. Coronado

Madrid 2003

 

 

 

Cuidar que no germine la cizaña negra del pasado

 

La violencia sostenida de su aliento

 

Había un remanso de ternura en sus rodillas

 

La vi llegar como una peregrina solitaria a mi santuario de bebidas

 

Siempre hay una gaviota loca volando alrededor cuando se ríe

 

Cuando me agrede su ceño, tomo conciencia de que hay otros

 

La ausencia es una niebla en la que únicamente se intuye una figura

 

La esperanza está junto a un arroyo en medio de un océano de montes

 

El desierto fértil de un vientre liso entre los dedos

 

Encontré en la mirada del loco un pueblo abandonado

 

El amor es una opción para volver al limbo de la infancia

 

Hay barro y hollín en toda despedida

 

Encontré una rara complicidad en la mirada de un extraño

 

El verdadero viaje siempre es de vuelta

 

El frío le daba a sus pechos el tacto de la avena

 

La blasfemia es una forma estridente de ternura

 

Siento la paz asociada con la muerte y la guerra con la vida

 

En el dolor se busca la presencia de un dios para culparle

 

La historia de los ángeles es puro chismorreo de asexuados

 

El olmo seco como una catedral erguida contra el tiempo

 

Las tardes de lluvia se siente una cierta solidaridad con los insectos

 

La ciencia es la única coartada de los muertos

 

En el beso encuentra la traición su forma más taimada

 

El desprecio no es otra cosa que impotencia

 

Me miró compasiva y vi en su gesto una serpiente alada

 

He visto muy de cerca la mirada de los ciervos y la de los lobos

 

Toda conquista es una dejación

 

La triada de la vida: el vino, la caricia y el olvido

 

Era tan feliz que no podía levantar la mirada del suelo

 

Si tuviéramos alma habría más asesinatos

 

Plantearse el futuro es señal de que el amor se acaba

 

El humor es la forma más cobarde de la inteligencia

 

Cuando besé sus pies sentí que ya no habría forma de humillarme

 

En la historia personal siempre hay una lírica de botellas vacías

 

Solo te quiero cuando puedo ver el mar mientras me hablas de olvido

 

La renuncia es el mayor afluente del río de la libertad

 

Mirarse desnudo es la más cotidiana expresión del desdén

 

No olvidar la perennidad de lo efímero ni la caducidad de lo eterno

 

Toda promesa entraña una claudicación

 

El lenguaje del amor esconde una alegoría de caníbales

 

El verano transcurre del aroma al hedor como los quesos

 

Después de hacerte el amor quisiera que me sacaran en hombros tus parientes

 

La resignación es el regaliz de palo de los años

 

En los hijos anida la única certeza

 

Mirar al infinito es la forma más bella de crecer

 

Vi pasar un buey por la ventana del bar y recordé que hay leyes

 

Si solo puedo contemplarte te prefiero de mis enemigos

 

A veces pienso que te gustaría más si fuera un pez

 

La locura acecha detrás de todo silogismo

 

Qué cerca estás cuando me miras fijamente pensando en otro

 

El vuelo de las mariposas me recuerda la risa de mis amigos muertos

 

Una máquina es más perfecta cuanto más inútil

 

La búsqueda de la verdad es una manera de rehuir la rebeldía

 

Detrás de toda soledad solo hay anhelo

 

Veía como te alejabas cada vez que decías que eras mía

 

La poesía está en el vendaval y no en la calma

 

La mística del vino comporta una liturgia de canciones

 

Me fui alejando de ti pensando en tu bien y en mi pereza

 

Una tarde en la que estuve solo frente al mar me sentí acorralado

 

Toda oración esconde una blasfemia

 

Te arreglas para salir como si fueras a una subasta de esclavos

 

En un niño desnudo se representa toda la tristeza

 

El avaro es quien tiene más conciencia de lo ajeno

 

Las palabras de amor llevan siempre fecha de caducidad

 

Entre el halcón y la paloma prefiero el sapo

 

Una mano tendida puede ser un puente o el abismo

 

Hay un dios de cristal en la mirada de los locos

 

La nieve como la codicia iguala los árboles y los hombres

 

Por mucho que se rehuya la corriente siempre se acaba en el mar

 

Es una buena política dejar para después lo más importante

 

El amor sólo anida en el corazón después de los transplantes

 

Cuando al despertar oigo el canto de los pájaros pienso en grilletes

 

Descubrí el deseo viendo a una joven de luto encalando un aljibe

 

En el corazón de todo sumiso anida un déspota

 

Beber con un poeta produce resaca de nenúfar

 

Para ser un redentor basta contar con once amigos

 

Era tan bella que podía mirar a su través

 

Lo único que no debe ofrecerse a un amante es la cordura

 

Siempre que veo salir un tren algo mío parte para siempre

 

Cuando todo va bien lo mejor es acostarse un par de días

 

Le decía te quiero mirándola a los ojos y veía en su mirada dobles parejas

 

Cuando me dicen de alguien que es muy bueno cambio de acera

 

Llegué a odiarla tanto que no se lo dije

 

Después de oírla reír empecé a bañarme en los arroyos

 

Supe lo buen amigo que era la primera vez que no pude ayudarle

 

El amor se hace casto las noches de helada

 

Era tan egoísta que lo dio todo

 

Cuando estoy enfermo me gusta mirar a los niños cara a cara

 

Entre el ocaso y el alba cabe todo el amor

 

Las luciérnagas son las balizas de un camino sin fin

 

Todo misterio esconde una certeza

 

A través del mutismo se puede llegar a la inexistencia

 

Besarla era como tirar los dados cuando todas las caras tienen el seis

 

El licor del amante deja la peor resaca

 

La mejor escuela de dialéctica es el póker

 

Los pájaros son los únicos que dejan de cantar cuando se embriagan

 

Se peinaba con raya para tener pensamientos a ambos lados

 

Si pudiera elegir mi amor sería de noche

 

La soledad nos hace fuertes y la compañía tampoco

 

Con metáforas es como mejor se oculta un cepo

 

Sólo envidio de Pan que usara una flauta de dos tubos

 

Las heridas del amor no cicatrizan nunca

 

Jugarse la vida es otorgarle todo su valor

 

El pistoletazo de Venus da la salida en la carrera de fondo de la noche

 

Cuando te enfadas conmigo se te pone la cara de invierno

 

Me han dicho que después de mil mujeres se vuelve a empezar de cero

 

Si fuera zorra me gustaría que las uvas estuvieran siempre verdes

 

La Historia es una abrevadero de sangre para bueyes

 

Viéndola llorar supe que tenía que morirme

 

La pena negra debe ser una noche de viernes sin dinero

 

No me cortes las alas que soy el único tigre que las tiene

 

Me gusta cocerme lento entre tus piernas como en un puchero

 

Las buenas obras solo son posibles después de mediodía

 

Conocí la envidia al verte mirar a los toreros

 

Las tres palancas de la vida: el olor a tinta, el olor a pólvora y el olor a sexo

 

El guardián es el único preso que reconoce su pena

 

Me gustaría mirar mientras haces el amor con tres enanos

 

Frente al espejo me cuento las canas como un coleccionista

 

Conseguí reflejarme en tus ojos y sentí que me ahogaba

 

Únicamente he conseguido ser serio ante un suicida

 

La cumbre de la pasión está en descubrir un lunar bajo el ombligo

 

Lo peor del imbécil es que no lo sabe

 

La escarcha había puesto blanco el pinar y ya no estabas

 

De entre todas las virtudes elijo la pereza

 

Mira si llegué a quererte que todavía te presiento detrás de la luna

 

Tomé partido por primera vez oyendo a un loco hablar con su médico

 

Te esperé tanto que pude escribir sobre el polvo que me iba

 

Era tan feliz que conseguí empalmar una con otra las resacas

 

Lo malo de la escalada es que tiene el mismo recorrido cuesta abajo

 

Que me quieres como nadie me ha querido no es más que una perogrullada

 

No iba a los entierros a sabiendas de que no iba a ser correspondido

 

Después de una traición nunca se pierde un amigo

 

Daba la sensación de no tener que hacer nada y no saber como hacerlo

 

Una vez lloré y nunca he pasado tanto frío

 

El mejor testamento es en el que uno lega lo que no tiene (Sthendal y Gumersindo de Azcárate).

 

Los albatros son las almas de los marineros muertos

 

Las putas se alquilan, muchas casadas se venden.